He leído estos días este trabajo publicado en Enfermería Comunitaria bajo el título de:
Y me ha llamado la atención comprobar que la mayor resistencia a la iniciativa surge del propio colectivo de enfermería siendo bien aceptado por el resto de los estamentos de la A.P.
Es llamativo que el 84,2% de la enfermería manifieste una aceptación negativa o muy negativa al Triaje tras su implantación aunque el propio estudio apunta una explicación
Las formas de implantación, el consenso, la participación, los intereses ajenos ...... parecen ser la clave del éxito o el fracaso de esta, y de cualquier otra iniciativa que se quiera desplegar e implementar en un grupo de profesionales sanitarios.
Y quiero aprovechar esta entrada para dejar claro mi, por otra parte ya conocida y manifestada, postura a favor del papel que la enfermería puede y debe asumir en la concepción de las nuevas.
Pero el camino no va a ser fácil. Sentencias como esta demuestran un claro desconocimiento de la realidad
O posturas tan cerradas como esta
Plantear a estas alturas la titulitis versus las capacidades de las personas para el liderazgo o resistirse a los nuevos roles que se deben asumir por estamentos diferentes a los de uno, alegando un mal entendido corporativismo son posturas del pasado.
Nuevas organizaciones, nuevas agendas con contenidos y funciones actualizadas y asumiendo nuevas responsabilidades tanto clínicas como de gestión.
Los que estamos en la cuenta atrás contamos poco para el futuro. La clave está en los nuevos profesionales, su capacidad de plantar estas nuevas formas de gestión y organización de los equipos. Si, de los equipos, siempre que existan equipos como bien matizan mentes con criterio
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