Mi más profundo agradecimiento al Hospital de Basurto, especialmente a la planta 1ª del pabellón Jado, a todos los empleados, médicos, enfermeras, auxiliares, personal de limpieza, así como al personal en prácticas, por el cariño con el que fui tratado en mis 23 días de hospitalización. Creo sabrán el bien que hacen al enfermo con estas actitudes, en muchos momentos de la enfermedad. Así mismo, quiero expresar mi agradecimiento al servicio religioso que componen el grupo Pastoral de la Salud en dicho centro y sacerdotes, que con tanta paciencia y amor, esperan a poder entrar en la habitación, para dar ánimo al enfermo conversando con todos, sin distinguir color, raza o religión. Animándoles a que sigan así tanto al equipo sanitario, como al religioso, llevando al enfermo una sonrisa.
JOSÉ ANTONIO URRABURU (El Correo 21/11/2014)
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