.Estoy preocupado estos días por que busco y rebusco y no me encuentro la vocación. Y mira que me he palpado todo el cuerpo, incluso las partes pudendas, y me he estrujado la sesera y nada de nada.
Y es que en el fondo no se muy bien lo que estoy buscando. Estoy perdido y desorientado. Lo que suelo hacer en estas circunstancias es pedir consejo y opinión a los que me rodean. ¡En mala hora!
Animaros y preguntar a vuestros amigos y conocidos que es para ellos la vocación y veréis el curioso concepto que tiene el personal de este tema. Harto de tanta subjetividad y de la carga emocional que conlleva el término, decido acudir a fuentes fiables y objetivas.
Me voy a la RAE y me encuentro con:
(Del lat. vocatĭo, -ōnis, acción de llamar).
1. f. Inspiración con que Dios llama a algún estado, especialmente al de religión.
2. f. advocación.
3. f. coloq. Inclinación a cualquier estado, profesión o carrera.
4. f. ant. Convocación, llamamiento.
Evidentemente la primera acepción poco tiene que ver conmigo. Yo no pasé de monaguillo y por cierto un poco revoltoso. Así que me quedo con la tercera acepción.
Claro, que según esto, todo aquel que haya elegido un trabajo, oficio o profesión con deseo de realizarlo tiene vocación. Lo mismo un carpintero, que un abogado o un electricista.
Entonces porqué se asocia tanto la vocación con nuestra profesión? Pues por un matiz perverso del lenguaje. Porque nuestra profesión no es que requiera vocación es que es vocacional. Y ahí la hemos cagado. Porque vocacional es simplemente lo perteneciente o relativo a la vocación pero conlleva mucho más. El problema es que no sé que es ese mucho más.
Desde el pragmatismo, yo sólo distingo a buenos y malos profesionales (con todos los grados intermedios). Los buenos son los que utilizan TODAS las herramientas a su alcance, tanto en referencia a los conocimientos científicos como a las habilidades (que si no se tienen se adquieren y se entrenan) en relación al manejo de la entrevista, la empatía, la comunicación. A medida que vas sustituyendo el TODAS por ALGUNAS vas bajando en el escalafón. No todo el mundo debe ni puede ser perfecto pero un profesional médico que no tenga conocimientos y que sea una bestia parda en las relaciones personales es preferible que cambie de profesión porque sencillamente no es médico. A no ser que sea Vocacional.
Curiosamente los compañeros que más hablan de esto de que la profesión de médico es vocacional son los eméritos y para ellos todo está claro:
No tengo ninguna duda en afirmar que nuestra profesión es de tipo vocacional y consiste en anteponer siempre el bienestar del los pacientes a los propios intereses. Ello comporta un cierto grado de abnegación. Evidentemente, no se le puede exigir al médico que desarrolle su trabajo de forma absolutamente desinteresada, ya que tiene el derecho legítimo de ganarse la vida dignamente con el ejercicio de su profesión. Pero su interés económico o de cualquier otra naturaleza debe subordinarse al beneficio de los enfermos.
Os suena a antiguo?. Pues no. Escrito este mismo mes por un gran profesional, Ciril Rozman, (con vocación y vocacional, supongo). Influirá el estar jubilado a la hora de decir estas cosas?
Así que todos vosotros que un día protestásteis por los contratos basura, tenéis que revisaros la próstata y la vocación. Si os molesta la burocracia va a ser porque tenéis alto el ácido úrico y baja la vocación. Que os agreden por no decir que sí como corderitos a demandas absurdas, os faltan vitaminas y vocación. Que no tenéis ni idea de lo último publicado o de los criterios actuales de un tratamiento. No importa. Una doble dosis de vocación y todo resuelto.
Que los enfermos ya no son enfermos sino usuarios o clientes, que los médicos ya no son los chamanes de la tribu sino unos empelados con el prestigio social por las babuchas o que a la administración le preocupen más los votos de los clientes que la lógica o la evidencia a la hora de programar las prestaciones sanitarias, puede que no tenga nada que ver con la vocación pero a mí me da en la nariz que sí.
PD: Si alguien se ha encontrado la vocación que me haga un croquis de por dónde puede estar la mía. Porque aunque mi aspiración es ser un buén médico, a pesar de no encontrarme la vocación, me haría ilusión charlar con ella si es que la tengo. !Como dos viejos amigos que hace tiempo que no tienen noticias el uno del otro!
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Y es que en el fondo no se muy bien lo que estoy buscando. Estoy perdido y desorientado. Lo que suelo hacer en estas circunstancias es pedir consejo y opinión a los que me rodean. ¡En mala hora!
Animaros y preguntar a vuestros amigos y conocidos que es para ellos la vocación y veréis el curioso concepto que tiene el personal de este tema. Harto de tanta subjetividad y de la carga emocional que conlleva el término, decido acudir a fuentes fiables y objetivas.
Me voy a la RAE y me encuentro con:
(Del lat. vocatĭo, -ōnis, acción de llamar).
1. f. Inspiración con que Dios llama a algún estado, especialmente al de religión.
2. f. advocación.
3. f. coloq. Inclinación a cualquier estado, profesión o carrera.
4. f. ant. Convocación, llamamiento.
Evidentemente la primera acepción poco tiene que ver conmigo. Yo no pasé de monaguillo y por cierto un poco revoltoso. Así que me quedo con la tercera acepción.
Inclinación a cualquier estado, profesión o carrera.
Claro, que según esto, todo aquel que haya elegido un trabajo, oficio o profesión con deseo de realizarlo tiene vocación. Lo mismo un carpintero, que un abogado o un electricista.
Entonces porqué se asocia tanto la vocación con nuestra profesión? Pues por un matiz perverso del lenguaje. Porque nuestra profesión no es que requiera vocación es que es vocacional. Y ahí la hemos cagado. Porque vocacional es simplemente lo perteneciente o relativo a la vocación pero conlleva mucho más. El problema es que no sé que es ese mucho más.
Desde el pragmatismo, yo sólo distingo a buenos y malos profesionales (con todos los grados intermedios). Los buenos son los que utilizan TODAS las herramientas a su alcance, tanto en referencia a los conocimientos científicos como a las habilidades (que si no se tienen se adquieren y se entrenan) en relación al manejo de la entrevista, la empatía, la comunicación. A medida que vas sustituyendo el TODAS por ALGUNAS vas bajando en el escalafón. No todo el mundo debe ni puede ser perfecto pero un profesional médico que no tenga conocimientos y que sea una bestia parda en las relaciones personales es preferible que cambie de profesión porque sencillamente no es médico. A no ser que sea Vocacional.
Curiosamente los compañeros que más hablan de esto de que la profesión de médico es vocacional son los eméritos y para ellos todo está claro:
No tengo ninguna duda en afirmar que nuestra profesión es de tipo vocacional y consiste en anteponer siempre el bienestar del los pacientes a los propios intereses. Ello comporta un cierto grado de abnegación. Evidentemente, no se le puede exigir al médico que desarrolle su trabajo de forma absolutamente desinteresada, ya que tiene el derecho legítimo de ganarse la vida dignamente con el ejercicio de su profesión. Pero su interés económico o de cualquier otra naturaleza debe subordinarse al beneficio de los enfermos.
Os suena a antiguo?. Pues no. Escrito este mismo mes por un gran profesional, Ciril Rozman, (con vocación y vocacional, supongo). Influirá el estar jubilado a la hora de decir estas cosas?
Así que todos vosotros que un día protestásteis por los contratos basura, tenéis que revisaros la próstata y la vocación. Si os molesta la burocracia va a ser porque tenéis alto el ácido úrico y baja la vocación. Que os agreden por no decir que sí como corderitos a demandas absurdas, os faltan vitaminas y vocación. Que no tenéis ni idea de lo último publicado o de los criterios actuales de un tratamiento. No importa. Una doble dosis de vocación y todo resuelto.
Que los enfermos ya no son enfermos sino usuarios o clientes, que los médicos ya no son los chamanes de la tribu sino unos empelados con el prestigio social por las babuchas o que a la administración le preocupen más los votos de los clientes que la lógica o la evidencia a la hora de programar las prestaciones sanitarias, puede que no tenga nada que ver con la vocación pero a mí me da en la nariz que sí.
PD: Si alguien se ha encontrado la vocación que me haga un croquis de por dónde puede estar la mía. Porque aunque mi aspiración es ser un buén médico, a pesar de no encontrarme la vocación, me haría ilusión charlar con ella si es que la tengo. !Como dos viejos amigos que hace tiempo que no tienen noticias el uno del otro!
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3 comentarios:
Busca en la RENFE, tal vez encuentres la mía, que me la dejé en determinado "Iberia Express" por la prisa que me generó su retraso.
Por cierto si te sirve te la quedas, que para lo que me queda sólo me va a dar problemas.
Muy buen post. Reseñaremos. Enhorabuena por tu prolífica actividad blogger. Saludos.
Redacción Synaptica.
www.synaptica.es
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