lunes, 26 de junio de 2017

Ódiame o ámame, pero que sea despacito


Reconozco que últimamente me debato en la disyuntiva de si odio o amo a la Atención Primaria. Vivo un sinvivir y tan alta Atención Primaria espero que muero porque no muero.

Por un lado tengo claro que para lo que tenemos actualmente no merece la pena:
  1. Una primaria desprestigiada y totalmente subordinada a otros intereses.
  2. Una dotación de recursos que siempre deja a las claras que no somos la prioridad
  3. Una dotación de personas, insuficiente y crónica, que hace que aceptemos como normal lo que debería ser puntual y excepcional.
  4. Un colectivo poco motivado, desunido, tricéfalo a la vez que anencéfalo.
  5. Una nula capacidad de influencia en la gestión (a pesar de que muchos primaristas ocupen esos cargos)
Pero luego uno lee estas cosas y cree que no todo está perdido. Que el cambio llegará.
  1. Los sistemas centrados en Atención Primaria obtienen mejores resultados en salud a un coste más bajo; y decimos esto con indicadores duros como es la mortalidad prematura (mucho mejor indicador que la esperanza de vida, indicador tantas veces mal utilizado)
  2. Los sistemas centrados en Atención Primaria suelen estar incluidos en modelos de coberturas más amplias y cercanas a la universalidad.
  3. Los sistemas centrados en Atención Primaria son más seguros para los pacientes, disminuyendo el daño relacionado con la asistencia sanitaria (aka iatrogenia).
  4. Los sistemas con Atención Primaria potente (y esa potencia se define en torno a sus valores principales, no en torno a su capacidad de imitación del entorno hospitalario) es un gran regulador del resto del sistema, como muestra que en aquellos lugares con Atención Primaria fuerte el control de la demanda en los servicios de urgencias de los hospitales sea más viable y sencillo.
  5. Los sistemas centrados en Atención Primaria se fundamentan en valores como la longitudinalidad, la polivalencia y la accesibilidad, que a su vez se han asociado con resultados positivos en salud.
(Textos extraídos del post ¿Y si mañana desapareciera la Atención Primaria? del Colectivo Silesia)

Y en esa diatriba estoy, intentando compaginar el no me gusta con el me gusta y sin saber si lo mío era una esquizofrenia o un TOC.

Hasta que vi este vídeo y lo entendí todo: Por mucho que la critique, la seguiré amando

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