lunes, 24 de abril de 2017

Hospital de Gorliz


Mi padre, Alfredo, pasó hace unas semanas los últimos días de su vida en la tercera planta del hospital de Gorliz. Un hospital que no conocíamos hasta ahora, que está lejos de casa y que, para una familia que quiere acompañar a su padre hasta su último momento, suponía una excursión diaria. Pero allí ha estado tan cuidado como jamás creí que se podría cuidar a mi padre en un hospital y quería, en nombre toda mi familia y mi madre en especial, que me lo ha pedido muchas veces, dar una abrazo y un gracias muy, muy grande. Porque en momentos tan duros todos los médicos, enfermeras, auxiliares y celadores trabajaron muy bien coordinados, muy respetuosos y con mucha paciencia. Gracias de verdad, no lo olvidaremos. 

M. GARCÍA RÍOS El Correo 19/04/2017

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