jueves, 5 de marzo de 2015

Genéricos: Entre todos los mataron y ellos solos se murieron


He dejado pasar un tiempo razonable en espera de leer con interés, los variados debates, argumentos y manifiestos, que esperaba se produjeran, como reacción a esta noticia/sentencia


Breve sinopsis de los sucedido: un enfermo al que se le sustituyen el medicamento de marca por otro EFG alega que empeora sus síntomas a raíz del cambio, decide comprar el de marca abonándolo de su bolsillo al tiempo que le reclama a Osakidetza el importe de ese desembolso.

El TSJPV le da la razón al paciente y condena a Osakidetza al pago ya que "en la sentencia, hecha pública hoy, el Superior vasco ha dictaminado que en este caso se ha demostrado que el demandante precisaba el medicamento específico, pues el genérico empeoró su situación motora y sus síntomas"

Sin entrar en otras disquisiciones parece claro que el fondo del asunto solo admite dos posibles escenarios

Escenario 1

Efectivamente el genérico es inferior en prestaciones farmacológicas al producto de marca (y se debería explicar el porqué de esta circunstancia), y en el juicio debió quedar evidenciado, de forma preclara, este hecho, a tenor de la sentencia, con lo que no parece lógico que a día de hoy se siga propiciando la prescripción por principio activo, en el caso que nos ocupa, y se debería modificar el algoritmo para que se salte el paso intermedio al igual que sucede con otros fármacos (como el Eutirox por ejemplo)


Todo ello con una revisión intensa por parte de Farmacia de lo sucedido, explicar si solo afecta a este fármaco o hay otros muchos en cuestión, asunción de responsabilidades, etc etc

Escenario 2

Se trata  de un claro ejemplo de efecto nocebo (alimentado, o no, por terceros actores que rodean al caso) y que Osakidetza, en el juicio, ha sido incapaz de demostrar conceptos básicos como la bioequivalencia y explicar el efecto nocebo, a pesar de contar con grandes expertos en la materia, que a buen seguro han participado como peritos (me gustaría saber los nombres de los peritos que aportó Osakidetza en el juicio así como el argumentario que se defendió en el mismo), para trasmitir a sus señorías estos conceptos básicos y elementales a la hora de emitir una sentencia de tanta repercusión tanto para la Administración, los usuarios como para los profesionales.

Tanto en uno como en el otro escenario no me parece ser muy exigente (ni tocapelotas) si reclamo que desde "quien corresponda" (Dirección de Farmacia, Dirección Asistencial de Osakidetza, nuestros farmacéuticos de zona, los del INFAC, los de CEVIME o mi prima la de Calahorra, droguera a la sazón) se emitiera un mínimo comunicado al respecto explicando lo sucedido y sobre todo las consecuencias de lo sucedido.

Pero a día de hoy lo único que tenemos es 


Y para terminar de ayudar a aclarar las posturas, están los de OSALDE ( Tú también Bruto Osalde, hijo mío) que en un claro, sí pero no, sino todo lo contrario, dan pie para titulares de los que uno se arrepiente (espero) a posteriori ( apoyo a los genéricos al mismo tiempo que los pongo en duda en cuanto el paciente los cuestiona) dejando patente que lo prescrito no es lo idóneo para el paciente y extendiendo la "duda razonable" mucho más allá del caso en cuestión, por muchos paños calientes que se quieran poner.


Pero la idoneidad, o no, del tratamiento prescrito solo se debería dilucidar con evidencias y no con titulares de prensa. Por eso sorprende la falta de reacción "oficial"

En resumen: Corderos, balad (de una vez) ... o callaros para siempre

Mientras, los soldados de las trincheras vamos constatando que los generales no son sensibles al esfuerzo, en ocasiones titánico, realizados por mantener y defender la Línea Maginot y algunos estamos pensando que a lo mejor es más plausible rendirse al enemigo cuando no, sin más, desertar porque me han dicho que en la trinchera enemiga hace menos frío, mucho menos frío.

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