Tras unos duros meses de estar prácticamente todas las semanas en los hospitales de Basurto y Santa Marina, concretamente desde mediados de agosto pasado, quería dar las gracias a los profesionales del pabellón Allende, en concreto al personal que atendió a mi suegro Miguel Fernández del Moral García Retamero en la habitación 106, donde ingresó la madrugada del 15 de junio hasta su dolorosa pérdida el 21 de junio; darles de corazón un gracias por el trato recibido y por apoyarnos en nuestro dolor. Y también quería comentarle a la médica que atendió a mi suegro en el hospital de Santa Marina y me lo enviaba a casa el 1 de junio porque, según ella, no estaba para paliativos y nos vimos obligados a llevarlo a la residencia Aguirre, donde pasó solo 15 días y le vimos sonreír por última vez. Gracias a no dejármelo en Santa Marina pudimos conocer a esas buenas personas, Pedro y Arantxa, que le hicieron sus últimos días un poquito menos amargos. Gracias personal de la primera planta de Allende, jamás olvidaré esa habitación 106.
SU NUERA, OLGA PERIER El Correo 29 jun 2016
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