El pasado viernes asistí a una Jornada sobre lecciones aprendidas en relación a las iniciativas integradoras.
Empecemos por el inicio. En la presentación del acto, el Dr Carlos Sola, Subdirector de Asistencia Sanitaria, hizo una mención explícita a este humilde bloguero. Gracias Carlos por la mención. Ya sabes que este espacio de debate sobre ideas, proyectos y despliegues en torno a nuestra común (y queridísima) empresa está abierto a todos. Así que si te animas a participar ya sabes que encantado aunque soy consciente del pánico cerval de los gestores a las palabras escritas y al debate público
La mención, así como otros comentarios que recibí, acerca del primer capítulo de mi teleserie Chanson D´Amour, me ha hecho tomar conciencia de que que somos bastantes lo que estamos implicados e interesados en estos temas. Cada uno aporta lo que puede y con su peculiar estilo. Ya sabéis que a mí me puede la sorna, pero con buen rollo. (Y aunque seamos pocos, somos selectos, jaja)
Y reitero lo de mi "queridísima empresa", de la que estoy muy orgulloso, tanto, que no soporto que nadie venga a joderla y permanecer en silencio.
Pero tras esta larga introducción me he animado, a raíz de lo oído en la jornada, a aportar mi criterio personal en relación a algunos conceptos que acompañan ineludiblemente el devenir de cualquier OSI.
Voy a comenzar con uno de los mantras que de tanto usarlo nadie sabe lo que implica:
Centrado en el paciente
Sirve para todo, medicina centrada en el paciente, gestión centrada en el paciente etc. Al pobre paciente le tenemos en el centro de radar, le gastamos el nombre y luego en realidad no sabemos si estamos por la cuestión más allá de la retórica. Así que como estoy harto del término vacuo os voy a proponer una nueva definición.
EL PACIENTE FLUYENTE
Toda organización que se autodenomine como integrada no lo será hasta que sus pacientes sean fluyentes. Por tanto este debe ser uno de los objetivos claves de toda OSI.
¿Y qué es y qué implica un paciente fluyente? Pues es aquel que desde que precisa una respuesta del sistema integrado y se acerca a este para obtenerla fluye por sus entrañas de forma ágil, sin remansos donde le den las uvas, sin complejidades ni trámites innecesarios, vamos, que ni lo nota. Simplemente fluye.
Pero no solo fluye el paciente. Le acompaña en ese devenir su mochila que fluye con él de forma indivisible. Y en su mochila van su motivo de consulta, su necesidad, van sus pruebas, sus analíticas, van las opiniones de los distintos sanitarios con los que ha tenido contacto, van sus tratamientos activos, van las explicaciones (empáticas a poder ser) que se le van dando, las herramientas para gestionar su enfermedad, los recursos del sistema ... En definitiva un Paciente con mochila, fluyente
Otro concepto que me gustaría aportar.
INTEGRAR
COLABORAR
Hay como una obsesión en elaborar protocolos (ahora se llaman rutas) en la que dos, tres, o tropecientos niveles o actores colaboran para que el protocolo se realice de la mejor manera posible. Perfecto. Pero eso ya se hacía antes de la integración. Para eso no necesitamos integrar. Eso es colaborar. La integración supone un paso más. Un paso en el que los distintos niveles empiezan a difuminar sus fronteras, donde los actores son capaces de interpretar distintos papeles de la obra porque se saben de memoria su rol y el de los demás, donde la comunicación (ENTRE PARES) es la base de la ruta (ya que si no será una ruta a ninguna parte)
Y por último. Para lograr objetivos distintos ya es hora de que nos planteemos hacer las cosas de manera diferente
Y para plantearnos en serio un cambio en las formas de hacer no podemos renunciar a la INNOVACIÓN. Me dio como un retortijón cuando le oía al representante gallego hablar de su PLATAFORMA DE INNOVACIÓN SANITARIA
Mientras, nosotros somos unos sobrados que nos podemos permitir el lujo de renunciar a la nuestra :
Reivindico el derecho a elaborar mi duelo por la perdida de "un hijo": HOBE+
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