Escribo esta carta en nombre de mi aita Roberto y el de mi familia para agradecer el trato recibido desde que ingresó en el hospital de San Eloy de Barakaldo, pasando por el hospital de Cruces y sobre todo en sus últimas semanas en cuidados paliativos en el hospital de San Juan de Dios de Portugalete. En este último centro hospitalario, han tratado a mi aita y a todos nosotros de forma excepcional. Médicos, enfermeras y demás personal, más allá de su competencia profesional, han destacado por el trato humano en esos momentos que los hemos necesitado toda la familia. Gracias de todo corazón. Nunca podremos olvidar vuestra labor y entrega.
SUSANA TORRES El Correo 24/05/2017
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