Quiero transmitir mi más sincero agradecimiento a un equipo de profesionales con auténtica vocación que he conocido en la tercera planta del Hospital Cruz Roja de Bilbao y, a la vez, hacer una llamada de atención a Osakidetza para que, por favor, cuide nuestra sanidad pública, una forma de hacer y trabajar de la que tanto presumimos.
El 2 de noviembre entré para una operación de prótesis de rodilla y quedé ingresado en la habitación 306 desde ese día hasta nuestra salida. En este tiempo he estado acompañado por personas que se han preocupado, tanto de día como de noche, por procurar a los enfermos los mejores cuidados tanto médicos como humanos.
No quiero olvidar tampoco la labor de los auxiliares, que con generosidad y sonrisa ayudan a los pacientes y a la gente que los acompaña.
ANTONIO JURADO (BILBAO)
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