jueves, 26 de octubre de 2017

Pasamos de la rebelión a la reanimación en la A.P.

Y

Aunque tenía conocimiento de que esta iniciativa estaba gestándose solo he tenido referencias lejanas. 

Hace ya varias semanas, más de 190 médicos de familia y pediatras vascos, la mayoría de Gipuzkoa, (parece que ya se ha llegado a 260 miembros) creamos un foro virtual ( Matxinada Lehen Arretan ) para reflexionar y debatir sobre la situación de la AP con el fin de realizar propuestas constructivas para conseguir una AP que sea más eficiente y devolver la dignidad a los profesionales que trabajamos en ella. 

Hay que reconocerles que son dinámicos y autocríticos ya que lo primero, o lo segundo más bien, ha sido cambiarse el nombre, en su primera semana de vida


Lo que nació como Matxinada Lehen Arretan en Internet ha pasado ahora, tras una reflexión, a llamarse Lehen Arreta Arnasberritzen, un nombre que creemos engloba mejor el propósito de las personas que estamos en él: trabajar para recuperar y reanimar la Atención Primaria

Parece que hemos pasado de una radical rebelión a un escenario mas tranquilo y más acorde con sus componentes sanitarios (recuperar y reanimar) (reanimación cardiopulmonar)

Han iniciado sus reflexiones con un manifiesto en el que se explican y plantean unas condiciones básicas para comenzar a reformar la actual A.P.
  • Una mayor autonomía en la gestión en cada centro de salud
  • Un cambio profundo en la forma de trabajar de los equipos de atención primaria con redistribución de funciones entre profesionales sanitarios y no sanitarios
  • Una desburocratización radical de nuestra atención sanitaria especialmente de la Atención Primaria
  • Una verdadera integración asistencial entre la AP y el resto de especialistas que incluya: el respeto entre profesionales, el abordaje conjunto de los problemas clínicos compartidos, el establecimiento consensuado de las actuaciones y flujo de pacientes, la elección consensuada de canales de comunicación incluidas las consultas no presenciales bidireccionales y el diseño conjunto y consensuado de la evaluación de la coordinación.
  • Acabar con la precariedad laboral haciendo atractiva (continuidad de contratos, asignación a equipos concretos,etc) la incorporación de los jóvenes especialistas en medicina de familia y pediatría a la red de atención primaria. Así evitaremos la fuga de profesionales a otros destinos, a la sanidad privada o al extranjero.De esta forma conseguiremos el refuerzo estructural que nuestra plantilla necesita y aseguraremos la calidad de la atención durante las ausencias de los diferentes profesionales.
El escenario que plantean es de debate virtual y para ello hay que solicitar que te admitan para poder ingresar en él. No sé si hay númerus clausus o si hay condiciones previas para ser admitido al debate o simplemente vale con apuntarse. Estaría bien que se precisara este tema.

Yo por supuesto pienso solicitar el ingreso en esta cofradía porque sería una incongruencia, por mi parte, no aportar lo que pueda si me paso el día predicando sobre el tema. Espero que me admitan

Pero, por si acaso no puedo aportar mis sugerencias al debate en el espacio virtual, me permito aportar un par de sugerencias al manifiesto en este otro espacio virtual, unas de tipo general y otras de matización a las ya propuestas:

Generales:
  • Toda reivindicación en Primaria pasa, como condición previa, por exigir que se nos dote de los recursos necesarios en inversiones tanto de recursos estructurales como de recursos humanos.
  • Se debe reivindicar nuestra deriva Comunitaria que hoy en día está (junto a la docencia y la investigación) subsumida por la actividad asistencial que todo lo acapara.
Matizaciones:
  • Una mayor autonomía en la gestión en cada centro de salud
Totalmente de acuerdo pero habrá que acompañarla de cuáles son los objetivos que queremos alcanzar con indicadores/compromisos en resultados en salud además de una declaración general de intenciones (optimizar el tiempo que necesita cada paciente. Pero además necesitamos tiempo para buscar respuesta a las preguntas que nos plantea la atención a nuestros pacientes, planificar y evaluar nuestras actividades, realizar sesiones clínicas, supervisar la docencia de nuestros residentes y hasta realizar estudios de investigación.)
  • Un cambio profundo en la forma de trabajar de los equipos de atención primaria con redistribución de funciones entre profesionales sanitarios y no sanitarios. 
Esto no casa con "somos 190 médicos de familia y pediatras vascos". Cambiar roles implica que además de los nuestros se deben cambiar los de otros estamentos y a nadie se le escapa que para ello debemos contar con todos los que conformamos la A.P.
  • Una desburocratización radical de nuestra atención sanitaria especialmente de la Atención Primaria
  • Una verdadera integración asistencial entre la AP y el resto de especialistas que incluya: el respeto entre profesionales, el abordaje conjunto de los problemas clínicos compartidos, el establecimiento consensuado de las actuaciones y flujo de pacientes, la elección consensuada de canales de comunicación incluidas las consultas no presenciales bidireccionales y el diseño conjunto y consensuado de la evaluación de la coordinación. 
Totalmente de acuerdo, la mayoría de nuestra burocratización proviene de que está conformado, en lo más profundo de los genes de toda las organizaciones, que ese papel burocrático es exclusivo, e inherente, de la A.P. Por eso el replantear los procesos a los que nos aboca la integración es clave para poder plantear nuevos modelos de autogestión y/o nuevos roles con los que reanimar y recuperar la A.P.
  • Acabar con la precariedad laboral haciendo atractiva (continuidad de contratos, asignación a equipos concretos, etc) la incorporación de los jóvenes especialistas en medicina de familia y pediatría a la red de atención primaria. 
Lo dicho, y redicho, hasta la saciedad. La mención a la precariedad se debe matizar. La mayoría de las plazas están ocupadas por titulares pero el panorama cambia cunado nos referimos a los sustitutos e interinos.
La empresa tiene que entender que el mercado no es el que era. Que necesita que su oferta, para el personal no fijo, no sea paupérrima, que resulte atractiva, que fidelice a los compañeros. Que su oferta tiene que tener muchos tangibles (duración, remuneración, reconocimiento de sus derechos como el de un titular) e intangibles.
Hay que trabajar para que esta situación, ya asumida en el subconsciente de los profesionales, de que no hay ni habrá suficiente personal, que no se sustituyen las ausencias, que se reparte todo lo repartible etc etc, se perpetuará, vaya cambiando por contar con compañeros estables en los centros, integrados, que formen parte de los equipos.

Pero la clave de todo, la piedra angular, la diferencia entre el éxito o el fracaso es: Y después de tener el manifiesto, la reflexión, las propuestas ... niqueladas, negro sobre blanco 

¿QUÉ? ¿Cuál va ser el plan de acción? ¿Cuál va a ser la estrategia para que se implementen?

Y que lo que se plantee como estrategia supere el enfoque parcial de nuestros ombligos y que no olvide a los pacientes.

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