La sentencia del TSJPV, de finales de julio, que rechaza el recurso de Gobierno Vasco en este tema lo deja bien claro:
- Las enfermeras no pueden poner la vacuna sin indicación expresa de un médico
- Esta prescripción se debe realizar de forma individualizada por el médico y no admite que la administración se arrogue esta facultad, aunque sea en una campaña preventiva.
Para mear y no echar gota.
Esto es lo que pasa por preguntar a quién no ve mas allá de lo que ponen los papeles, pero no de todos los papeles. Solo algunos. Y así su Señoría, tan puesto y peripuesto, se ha cargado, de un plumazo, competencias propias e intrínsecas de la enfermería
Y todo, claro, con la inestimable colaboración de sindicatos y colegios que no han visto que la petición, para hacer presión, se supone, tenía cara B, como los papeles de Bárcenas.
Ante este panorama, 100 años atrás, se nos avecina una campaña de vacunación de la gripe, movidita.
Mientras, se van haciendo las cosas que se deben hacer, y que no sirven para nada práctico a corto plazo, como es decir que se va a volver a recurrir la decisión del Tribunal, echar toda la culpa, que la tienen, al Gobierno Central y a su inoperante Ministerio de Sanidad que mira a los problemas como una vaca al tren y/o dejar claro que el Consejo Interterritorial (CI) es un ente CI (Consejo Inoperante)
La fechas se acercan y no preguntamos ¿cómo solucionar esta inminente catástrofe que se nos avecina?
Uno se imagina posibles escenarios:
1.- Las 17 autonomías se ponen de acuerdo y le dicen al Ministerio que, si no se moja el culo, este año no hay campaña. Verás cómo espabilan. 2 horas tardan en convocar al Consejo Inoperante
2.- Usar este año una vacuna por otra vía, nasal por ejemplo. Solucionaría lo del pinchazo pero tal como se han puesto, no la indicación.
3.- Aceptar la sentencia y sus consecuencias. Esto supone que todos los que se van a vacunar van a tener que pasar por la consulta del médico, previamente. Algún iluso, entre ellos los mandamases de Osakidetza, pensarán que esto es una simple consulta administrativa y que se podrá asumir de una u otra forma en un plis-plas y sin que se note.
Olvidan que siempre que un paciente pisa el territorio sagrado de una consulta, presenta, además de los síntomas o motivos por los que acude, el síndrome YAQUE que suele ser de difícil gestión y que absorbe ingente cantidad de tiempo y recursos.
Las consecuencias son fáciles de prever: Saturación de la primaria, demora en las citas hasta fechas nunca vistas, consultas de bajo nivel añadido, cabreo de los y las médicas, hartazgo y malos rollos por doquier.
4.- Se contratan médicos con el único contenido de comprobar que el paciente está en un grupo de riesgo e indicar la vacunación. Pero ya, de paso, el mismo médico le administra la vacuna en la propia consulta. Tiempo estimado: unos 5 minutos
Dado que hay que vacunar a unas 360.000 personas, he calculado que se precisarán contratar unas 4285 jornadas de médico (7 horas) para todo el territorio. Con un contrato para 2 meses, supone unos 53 médicos dedicados a la labor en todo el territorio.
Aquí podríamos hablar de lo que es una plantilla bien estructurada, capaz de absorber los picos de demanda, pero esto lo dejo para otro post.
Efecto colateral: Glup, se constata que sobra un gran número de enfermeras en Atención Primaria, que sumado a un repaso de las agendas, puede suponer un antes y un después. Por comentarlo.
5.- Propuestas imaginativas: Y aquí es donde me entran unos escalofríos que me rilan el alma. Porque visto las ocurrencias de este pasado verano, me temo que si se les ocurre algo novedoso, vamos a salir trasquilados y malparados.
Por ejemplo, y me adelanto que les conozco, que se pueda realizar la indicación de la vacuna con una consulta telefónica al tiempo que no se les ocurrirá poner un límite de consultas telefónicas.
Sugerencia previa: Si no quieren que la cosa se incendie, negocien antes, que el personal está muy sensible
6.- Por último una aportación de cómo yo lo plantearía. Se genera una lista, en las tareas pendientes de cada médico, con los pacientes de cada grupo de riesgo. Por ejemplo por edad (> 65 años), diabéticos etc. Y con la posibilidad de generar en bloque, un apunte de que tiene indicación, y por tanto es susceptible, de vacunarse de la gripe bien con un texto o un formulario que puedan visibilizar la enfermería y proceder, tranquilas y sin miedo a ser intrusas, a poner la vacuna como hasta ahora.
Esto siempre que la generación de estos listados de los pacientes no atenten contra todos los principios sacrosantos del secreto y esas mandangas que tanto nos gusta esgrimir cuando queremos tocar las pelotas, en vez de pensar lo que es lo mejor y más sencillo para el paciente.
A todos menos a su Señoría. Ese que pida cita y que pierda una mañana en bobadas burocráticas.
A todos menos a su Señoría. Ese que pida cita y que pierda una mañana en bobadas burocráticas.
2 comentarios:
Ante todo eskerrik asko por plasmar muchas de mis inquietudes. Pero tengo muchas más, que vamos a hacer con las residencias? creernos lo que nos dicen?? Si antes yo no estaba de acuerdo con determinados procedimientos solicitados desde las mismas y no hacia las peticiones o recetas sin ver al paciente ahora sí?
Los de MUFACE? Los que eligieron IMQ como aseguradora y no Osakidetza? Que no tienen médico en Osakidetza? Con los paciente qre no vemos nunca porque siempre van al IMQ salvo para la vacuna??? Los crónicos domiciliarios que no hemos visto en 3-4 meses??? Nos pueden obligar a hacer volantes sin verlos??? No estoy hablando del que ves 3 veces al mes, sino del que ves 3 veces al año como mucho o nunca... si creo que nos van a obligar. Vía instrucción y como se dijo en la prensa consulta administrativa. Lo tendremos que hacer pero es ético hacer un volante a alguien a quien no has visto o ni siquiera conoces?
Un repaso a las agendas de algunos galenos tampoco vendría mal...
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