Esta es una carta de agradecimiento a Osakidetza, o mejor, a la personas que hacen que funcione de maravilla. Lo primero, a Jose Ramón Agirrezabala, médico de familia en el ambulatorio de Rekalde, que a principios de abril observó algo nimio en un análisis de mi ama y enseguida ordenó más exploraciones. En menos de 2 meses hubo diagnóstico y el día 30 de mayo el cirujano Ismael Díez del Val y su equipo demostraron su profesionalidad, limpiaron todo lo malo que encontraron, y mi ama salió del quirófano con un pronóstico muy bueno. Estuvo una semana en Jado antes de volver a casa, y aquí vienen los agradecimientos a toda esa gente que viste de colores, de rosa, de azul, de blanco, esas personas (más personal tendría que haber) que se desviven para que todo vaya bien, para que todo esté limpio o sabroso, para que tomes las medicinas y no te duela nada. Mi ama, Dionisia Villaley, hoy ya muy bien, quiere destacar la extremada amabilidad de las personas que la atendieron y las loas más fervientes al equipo médico, sobre todo la humanidad demostrada por Ismael Díez y la también cirujana, Saioa Leturio.
Mikel Ortiz de Etxebarria Villaley
No hay comentarios:
Publicar un comentario