‘5ª planta’ es el título de una película, pero la 5ª planta del Hospital de Santa Marina es un mundo especial donde las personas que trabajan en él, además de cuidar a nuestros familiares, nos enseñan a todos una lección de vida que no tiene precio. Mi padre falleció el pasado mes de febrero en ‘la 5ª planta’, rodeado de un equipo de profesionales maravilloso. Saben cuidar y acompañar a aquellas personas que solo quieren ya descansar y que este paso sea sereno y tranquilo. Cuidan, respetan, apoyan y ayudan en todo, haciendo que durante este trance esté rodeado en todo momento de un mimo y cariño especial y lleno de delicadeza. Dieron a mi padre lo que deseaba, descansar y marcharse con calma, y a mí, personalmente, me dieron una gran lección de vida: la grandeza de las personas que son humanas y están ahí en los momentos más difíciles de la vida.
Es un entorno tan especial que crea una atmósfera que se transmite a los familiares y se crea un ambiente donde todos los acompañantes también encontramos momentos para apoyarnos y sujetarnos. Muchas gracias a todo el equipo de la 5ª planta del Hospital de Santa Marina, vuestra labor no tiene precio.
Todo el agradecimiento que se pueda expresar por parte de la familia de Vicente Bidaurreta, que marchó tranquilo gracias a todos.
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