jueves, 2 de febrero de 2017

No digas viejo, di con experiencia


A ver cómo escribo este post sin perder el temple, guardando las formas correctas y demostrando que, a pesar de ser muy mayor, soy capaz de desarrollar un mínimo de autocontrol.

Al Dr Arteche, a la sazón, jefe de Medicina Interna del Hospital de Donostia, tuve el disgusto de escucharle, hace ya muchos años, en la biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao, en una de la Jornadas que periódicamente celebraba la, ya extinta, Comarca Bilbao. Y el recuerdo que tengo de él, ante una pregunta en el debate, es el menosprecio con el que se refirió a lo compañeros veteranos, refiriéndose a ellos como incapaces para adaptarse a ningún tipo de cambio y ante los cuales solo restaba la resignación y esperar pacientemente a su extinción natural por jubilación.

Recuerdo que me indigné, y eso que aun era un madurito con experiencia pero no tan viejales como hoy, y que le reproché, en público, su intervención.

Pasan los años y ya se sabe que mal que no mejora, empeora y me encuentro con estas declaraciones del mismo compañero en las que, con publicidad y alevosía, dice:

Arteche destaca las diferencias en voluntad de integración según la zona geográfica. “Los menos integrados son los que están más próximos al centro de la ciudad”, donde el papel del médico de Familia ha sido, en sus palabras, “receta y reparto de volantes entre los especialistas que tenía alrededor”.

No obstante, considera que se trata de un problema cultural y, a medida que los profesionales actuales se vayan jubilando -“es complicado que, tras décadas funcionando de una forma, cambien de filosofía”-, se irán introduciendo las nuevas ideas. “Es cuestión de trabajar y paciencia”.

Vamos, que yo que soy de los más veteranos y encima trabajo en Bilbao soy el prototipo de lo que, en opinión del Dr Arteche, somos la escoria del sistema, los palos en la rueda que propugna la integración y es evidente que nos desea lo mejor, pero lejos a poder ser.

Hacía tiempo que no me sentía tan vejado, insultado y menospreciado. Pero como es Jefe, me callo lo que pienso, no vaya a ser que .....

Solo rezo para que en lo que me resta de vida laboral no me tenga que topar con un médico con mando en plaza y con estos criterios sobre los (sus) compañeros. Motivador como él solo.




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