El viernes 16 de diciembre por la tarde solicitamos una ambulancia para trasladar a mi padre a casa, después de una larga estancia en la clínica. Quisiera dejar constancia y agradecer públicamente la profesionalidad y el cariño con que nos atendió el personal de Ambulancias Bizkaia y, especialmente, la delicadeza con la que trataron a mi padre. A pesar de la evidente sobrecarga de trabajo que tenían, nos dieron un trato inmejorable. Un trabajo bien hecho y con una sonrisa, que en estas situaciones se agradece especialmente.
El Correo 24/12/2016
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