Somos Laura y Eduardo, la mamá y el aita de Eva, Julene y Aroa (las trillizas maravilla de Galdakao). Teníamos una obligación pendiente desde el 27 de abril, que nacieron nuestras pequeñas. La obligación de agradecer a la Dra. Hierro, a la maravillosa ecografista Dra. Maiz y a su auxiliar, a mi matrona, por siempre querida Paloma Delgado, que dedicó de su tiempo para acompañarme al parto que tanto me asustaba. A las 19 personas que nos asistieron en el parto. ¡19! A todo el personal de la planta 2ª donde estamos las reciénamatxus. Y sobre todo al personal de neonatos de la 6ª planta. Agradecer la calidez, comprensión y experiencia que transmitís en momentos tan duros, estos gestos delatan que todo esto es vocación pura y dura. Y todo esto lo tenemos en el Hospital de Cruces, la excelencia y profesionalidad, a pesar de los recortes que ejecuta nuestro Gobierno. Y no quiero cerrar esta nota sin hacer una mención especial a esos soldados que hay ahora mismo, que ha habido y habrá en la planta 6ª y a esas amatxus que pasan días y meses con fuerza, actitud y buen ánimo para transmitirlo a los más débiles. Ojalá la conciliación de este país me permitiese mencionar a los otros héroes, los aitas, que tienen que llevar esta situación sin días de baja, ni permisos.
El Correo 05/09/2016
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