martes, 9 de agosto de 2016

«Sa­la 106»


Alguien dijo alguna vez que ‘En la sencillez está la perfección’. Pues bien, eso es lo que me he encontrado en la rehabilitación de hombro que he hecho durante tres semanas en el Centro de Salud de Areilza, donde he conocido a dos buenos profesionales, tanto en el trato terapéutico como en el trato a los pacientes, y a los que llamé aunque él y ella no lo sabían, ‘El Equipo I’, ya que lo formaban Iker, que es el que me ha estado tratando mi dolencia, y su compañera Igone. Lo defino como sencillo, porque la sala 106 donde se llevaba a cabo la rehabilitación, era efectiva y práctica, carente de todo adorno y compostura, tenía lo básico y necesario, y solo se notaba la carencia de un refuerzo humano para llegar a más pacientes y más rápido; y perfección, porque a pesar de haber tenido que ir a ese lugar por imperfecciones esqueléticas y musculares, salimos, si no perfectos, mejor de lo que entramos. Por todo ello les quiero agradecer el trato recibido, procuraré hacer los ejercicios que me han aconsejado y deseo no volver a verles en estas circunstancias.

MA­NU BA­LLES­TE­ROS RO­DRÍ­GUEZ El Correo 2016-08-05

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