Hace unos días se nos presentó en el Centro de Salud la actualización del protocolo de actuación en torno a la Fibrilación Auricular en mi OSI, la OSI Bilbao-Basurto.
Lo primero que quiero es felicitar a los autores por un protocolo claro, bien estructurado y que aporta valor añadido a nuestra actividad. También felicitar a Pedro Valdes, compañero de Primaria que ha participado en su elaboración y actualización y que fue el encargado de exponerlo. Magnífico.
Pero dicho esto, os preguntaréis a que viene el título del post. En este protocolo intervienen tres actores en el lado de los profesionales: los de primaria, los cardiólogos y los hematólogos encargados de la anticoagulación.
Pues resulta que, a junio de 2016, la vía de comunicación que exigen los hematólogos cuando derivamos a un paciente por este tema es el FAX (con el agravante de que además del envío, deben aportar copia en papel del mismo cuando acudan a sus consultas). Para mear y no echar gota.
Con lo fácil que es realizar una consulta no presencial desde tu mismo puesto de trabajo y no tener que imprimir el documento, salir de la consulta a donde esté el FAX, enviarlo y esperar que todo vaya bien hasta recibir el ok y retornar a la consulta para dar la copia, en papel, al paciente para que la aporte en mano.
¿Alguien ha contabilizado el tiempo empleado amén de la imagen cavernícola que supone? ¡Ay, esto de la integración que compleja resulta en ocasiones!
No hay comentarios:
Publicar un comentario