Ya es una realidad. Osakidetza ha muerto. Nace la nueva organización OSIKIDETZA.
Desde el día 1 de enero de 2016, con la incorporación de las dos últimas OSIs pendientes, OSI Araba y OSI Rioxa, queda completado el nuevo modelo de atención sanitaria integral en Euskadi. Así las antiguas demarcaciones o comarcas de Atención Primaria formarán una única organización con sus hospitales de referencia y coordinada con el resto de servicios sociosanitarios de su ámbito,
La persona es precisamente el eje sobre el que se asienta esa transformación del sistema sanitario vasco, que tiene como objetivo superar la brecha existente hasta ahora entre la atención primaria y la hospitalaria, para dar respuesta a la nueva realidad social marcada por el envejecimiento, la cronicidad y la dependencia. Un proceso enmarcado en el compromiso del Gobierno Vasco de situar las políticas sociales como prioridad de su acción.
La estructura organizativa denominada OSI, enmarcada en el Plan Estratégico de Osakidetza, es un modelo de atención integral que supera la fragmentación asistencial entre Atención Primaria y Especializada. Es además el más adecuado para relacionarse con los servicios sociales, por el enfoque poblacional en organizaciones únicas con ámbito geográfico definido, la mejor forma de abordar el futuro social de envejecimiento, enfermedades crónicas y dependencia. Así, se ofrece una mejor atención al paciente, quien no percibe fisuras entre ambos niveles, sino una continuidad y coherencia en su cuidado.
El modelo de OSI permite de este modo horizontalizar la gestión del proceso asistencial, evitando duplicidades e ineficiencias, o que pacientes tratados para una misma patología en ambos niveles asistenciales no sepan quién es su médico responsable. Al mismo tiempo, esta integración facilita la colaboración entre profesionales y entre servicios asistenciales, el trabajo en equipo, compartir protocolos de actuación e información clínica, todo ello bajo una dirección única y conjunta, en lo que supone además una patente optimización de recursos y costes.
De todo el discurso oficial, que comparto en su filosofía, me quiero quedar con el último párrafo. De lograrlo conseguiremos que el proceso de osificación acabe fortaleciendo a la nueva OSIKIDETZA o por el contrario, si no somos capaces de ponerlo en marcha, no pase de ser una estructura cargada de buenas intenciones pero sin alcanzar sus ambiciosos objetivos.
El mundo nos mira y por lo que parece nos admira
Esta señora, Elisabetta Zanon, que tiene aspecto de ser una señora seria y de ser una buena persona, no proclive a la chanza ni al pitorreo internacional, se deshace en elogios al proceso de osificación de Euskadi y lo cita como referente y modelo del que aprender.
La pega que yo le pongo al artículo de Elisabetta es que, como es buena persona, no ha matizado que los resultados que publicó la OSI Bidasoa se refieren a un experimento de un pequeño hospital con tan solo tres centros de salud y que da por hecho que estos resultados son extrapolables a OSIs de otros tamaños con unas dimensiones y complejidades que poco tienen que ver.
Comparto con ella cuando define las claves del éxito. La diferencia es que ella las da por hecho y los demás las damos por necesarias, extrictamente necesarias, que no suficientes:
Es importante destacar, sin embargo, que un fuerte liderazgo y un gran cambio cultural han estado en el corazón de este éxito - más que el cambio organizacional. Una visión clara de la necesidad de gestionar la salud de la población de una manera integral, junto con la creación de una cultura de colaboración en el que el lenguaje común la participación de atención primaria y secundaria alrededor de las necesidades de los pacientes, han sido las claves del éxito. La comunicación continua con los profesionales de todos los niveles y un sistema integrado de IT también han sido factores clave en este proceso.
Así que a rey muerto, rey puesto. Saquemos las copas y brindemos por los exitos de la nueva organización sanitaria integrada, brindemos por
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